—¿Qué significa esto? ¿Por qué ha ocurrido algo así?

—Hasta donde yo sé, no debería ser posible...

Esa noche, Zenon y los demás estudiantes reencarnados se reunieron de nuevo en el aula.

Su tema de discusión era el suceso que había ocurrido ese mismo día durante la hora de la comida, el duelo entre Yuugo y Marcos.

—¿Por qué esa escoria de Yuugo se enfrentó a Marcos? ¿Y cómo ganó Yuugo?

—De verdad que no lo entiendo...

Todos estaban desconcertados por el duelo entre nobles odiados (aunque uno fue repudiado), y su resultado.

Pensaron en el perfil del perdedor, Marcos, mientras trataban de averiguar por qué se había producido aquel acontecimiento.

Marcos Bolg... Estudiante del mismo curso que el protagonista, y aunque no pertenecía a una familia noble de primera clase, era, no obstante, el hijo mayor de la noble familia Bolg. En Luminous History, los jugadores lo veían como un personaje que podía unirse a sus grupos en las primeras fases del juego.

Su poder defensivo y ofensivo era bastante bueno, gracias al objeto mágico Giga Tijeras equipado en su brazo izquierdo, pero su ataque mágico y su defensa mágica no tanto. Se le consideraba un personaje puramente físico, y muchos jugadores lo utilizaban al principio de la partida, incluido Zenon.

En las partidas repetidas, la mayoría optaba por otros personajes, e incluso en sus primeras partidas, muchos lo dejaban en el banquillo a mitad de camino. Pero, ¿por qué desafió a Yuugo?

En un principio, Marcos veía a Yuugo, perteneciente a una famosa familia, como un enemigo, pero nunca lo desafió porque poseía el poderoso objeto mágico Garandil.

El evento de Marcos comenzó cuando el personaje principal derrotó a Yuugo, y Marcos empezó a pensar que aunque no pudiera derrotar a Yuugo, debería ser capaz de derrotar al inexperto personaje principal.

Después de perder contra el protagonista, empezaría a cambiar gradualmente de un noble odioso a una persona decente mientras luchaban juntos.

Al final, expresaría sus sentimientos al protagonista, que en ese momento era más o menos su compañero de armas, aceptaría su propia debilidad y se convertiría en un verdadero noble que estaría por encima de los demás... Entonces, ¿por qué ese Marcos desafió a Yuugo y no a uno de ellos?

Algo no iba bien... Pensaron, pero entonces Zenon expuso despreocupadamente sus pensamientos con tono exasperado.

—No es tan extraño, ¿verdad? ¿De verdad jugaron al Luminous History? Marcos tenía miedo de desafiar a Yuugo porque tenía el Garandil. Pero esa escoria perdió contra mí, y ya no lo tiene, así que... Marcos se dejó llevar y lo retó. Tiene sentido.

—Ya veo... Pero eso significa que el hecho de que Zenon derrotara a esa escoria demasiado pronto realmente tuvo un efecto en los acontecimientos, ¿no?

—¿Qué, te estás quejando? No pasa nada. ¿Alguno de ustedes quería que Marcos se uniera a ustedes?

Preguntó Zenon con actitud descarada, y todo lo que obtuvo a cambio fue silencio.

No era especialmente fuerte, ni un personaje que ninguno de ellos quisiera en su harén, así que estaba claro por su respuesta que a ninguno de ellos le importaba realmente lo que le ocurriera a Marcos.

—¿Ves? Entonces, ¿cuál es el problema? Todo lo que tenemos que sacar de esto es que estas cosas pueden pasar. Este evento puede haber cambiado la historia de Marcos, pero eso en sí mismo es divertido, ¿no?

—...Supongo que sí. No es nada por lo que merezca la pena preocuparse.

—¡Lo único que no me gusta es que esa escoria de Yuugo gane popularidad! ¡Luchando para proteger a su hermano o lo que sea! ¡No quería que le hicieran daño porque luego lo va a sacrificar!

Hubo algunas consecuencias, pero les ocurrieron a personajes que a ninguno de ellos les importaban, así que no había por qué preocuparse.

Y con esa conclusión, la discusión terminó, y entraron en el tema principal.

—Entonces, sobre ese personaje...

—El primero en llegar es el primero en actuar, ¿no? Esa es realmente la única opción.

—Dicho esto, no te metas en esto, Zenon. Ya tienes a tu querida Claire, así que no pasa nada, ¿no?.

—No puede ser. Claire es la que más quería, ¡pero quiero más chicas lindas en mi grupo! Por no hablar de que esta chica es... ¿Sabes?.

Gufufu, soltó Zenon con una sonrisa espeluznante, pero no fue el único. Todos los presentes compartían ese sentimiento.

Todos hablaban con el mismo personaje femenino en mente, y terminaban las cosas con el acuerdo de que ganaría quien llegara primero a ella.

—Pero creo que este es un caso en el que no podemos avanzar más rápido. Tenemos que movernos inmediatamente después de que la bandera esté puesta.

— ¡La tomaré! Y luego... ¡Gufufu!

—¡Qué asco! ¡Eres tan espeluznante! ¡Sé lo que estás pensando, y eso sólo lo hace más espeluznante!

Todos se mantuvieron a raya y se lanzaron insultos mientras salían del aula que utilizaban para su reunión.

Y mientras Zenon se alejaba de los demás, seguía dejando volar su imaginación con una espeluznante sonrisa en la cara.

«Lo siento mi querida Claire, pero un hombre de otro mundo realmente necesita hacer un harén. Primero conseguiré a esa chica, y... ¡Mufufufu!»

El personaje que tanto entusiasmó a los estudiantes reencarnados era uno que, al igual que Marcos, los jugadores podían conocer en las primeras fases.

La conocerían a través de un evento, así que no podían hacer nada en ese momento. Y si no actuaban con rapidez una vez que apareciera ese evento, sus rivales llegarían a ella primero.

Era hora de prepararse. Despacio, sin prisas.

Zenon fantaseaba con lo bien que se lo pasaría después de hacer suya a aquella chica, igual que hizo con Claire, y su corazón se aceleraba... Pero había malas noticias para él.

Debido al duelo que tuvo lugar ese día, cierto chico se les adelantó para poner la bandera y encontrarse con ella.

Eso significaba que las acciones que Zenon llevó a cabo para conseguir a Claire arruinaron sus posibilidades de conseguir a otro personaje en el que había puesto sus ojos, pero ni él ni los otros estudiantes reencarnados lo sabían en ese momento.

Fue al día siguiente de este encuentro, cuando el personaje que tanto deseaban sería tomado por el chico que tanto despreciaban.